Manifestación de la voluntad y determinación del perfeccionamiento contractual en los sistemas de contratación por medios electrónicos en la República Dominicana

Abstract

En la presente investigación abordaremos la contratación celebrada a través de medios electrónicos. Al tenor de lo anterior, el objeto de este trabajo es el examen de la manifestación de la voluntad expresada por mecanismos electrónicos y la determinación del perfeccionamiento contractual en los sistemas tecnológicos de contratación que se concluyen en la República Dominicana. Para ello, en primer término, analizaremos el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información en el negocio jurídico y las tendencias del comercio electrónico en el marco normativo nacional y comparado. Revisaremos los aspectos primordiales que caracterizan la contratación electrónica como una modalidad efectiva para hacer negocios en la actualidad. Adicionalmente, trataremos los principales retos o desafíos que aquejan a las operaciones realizadas por medios electrónicos. A partir de nuestra investigación, se revela que la manifestación de la voluntad y el perfeccionamiento de los contratos electrónicos celebrados en el ámbito del comercio virtual dominicano serán determinados por el encuentro inequívoco y oportuno de la policitación realizada por el oferente y la aceptación íntegra, auténtica y verificable que emite el destinatario, bien sea a través de un documento digital, un mensaje de datos, un mensaje de datos que porte un documento digital u otro medio legítimo dispuesto por la ley. De tal modo, se demuestra el rechazo a la teoría de confirmación aceptada por algunos ordenamientos jurídicos latinoamericanos que dejan en manos del oferente la formación y perfeccionamiento del contrato electrónico. En razón de ello, y de cara al estudio conjunto que realizamos de la Ley No. 126-02 sobre Comercio Electrónico, Documentos y Firmas Digitales y otras normativas, concluimos que el contrato es válido desde el momento en el que se encuentran las voluntades que han sido exteriorizadas y comunicadas. De modo que debe comprobarse que tanto el oferente como el destinatario, tuvieron la posibilidad de conocer la voluntad del otro, formándose legítimamente el consentimiento y, por ende, validando la existencia del contrato.